10/12/2013



 Patria y democracia

1.  Patriotismo es amar a tu país, identificarte afectivamente con un grupo de cosas tangibles e intangibles que encontrastes, encuentras y encontrarás en ese país que nacistes. Desde la lengua materna hasta el cementerio en el que quisieras que tu tumba yaciera.  El patriotismo no es un sentimiento o una identificación excluyente, no es posible amar la patria en la que nacistes o vives y al mismo tiempo odiar las demás patrias, las demás culturas y los demás pueblos. Ghandi y Martí decían que patria es humanidad, superando así el complejo colonialista que inevitablemente se enraizaba en naciones como la India o Cuba.  El patriotismo contiene una conciencia de resistencia, pero nunca de expansión y de odio hacia los otros pueblos. Cuando amas a tu patria, amas la patria de todos los hombres y mujeres del mundo. Se trata de un sentimiento nada “espontáneo y puro” como suponen algunos que les cuesta ver las diferencias que dialéctica e históricamente suponen la relación entre patria y nación, entre nación y Estado, y entre nación y pueblo. La patria es un referente colmado desde el punto de vista sentimental-afectivo y “vacío” desde el punto de vista ideológico. Es por eso que el concepto patria ha sido la punta de lanza de todos los nacionalismos de izquierda y de derecha y fundamentalmente de  toda ideología nacionalista. Y en cada momento de la historia moderna los políticos vencedores del Estado la han pretendido utilizar para sus fines. Y también, desgraciadamente, la mayoría de las veces le han sacado el máximo provecho en detrimento de sus propios pueblos.

2.  El patriotismo no es una ideología, ni tampoco un sentimiento de fatalidad, sino una plaza de partida con y desde la cual puedes dialogar incesantemente en relación con las múltiples culturas y “patrias” del mundo.

3.  Hoy día, algunos teóricos se empeñan en invalidar la noción de patria, mientras otros que no son tan “postmodernos” ni teorizan demasiado, han borrado de su mapa de operaciones estratégicas la posibilidad que tienen los sujetos de cualquier latitud del globo terráqueo, incluso en una sociedad global, sentir que la idea de patria tiene sentido. De hecho los primeros, los teóricos, afirman que justamente porque vivimos en la era de la globalización no tiene ningún sentido hablar de patria, de nación. ¡Todo está en cuánta “mecánica de contorsión estratégica” emplees en la relación de lo “local” con lo “global” y la emplees con éxito o fracaso! Lengua pérfida que no dice absolutamente nada. Me parece más evidente que tales nociones salen a relucir, a sentirse más escuchadas en el interior de las sociedades, a ser problematizadas no en favor de su disolución, sino más bien en la adición de contenidos y en su explicación en un marco de relaciones más abierto y comlejo.

4. Dicho así, el patriotismo no se opone a un auténtico internacionalismo que sólo puede ser practicado horizontalmente entre voluntades y agencias que no se encuentre supeditadas a la razón de Estado, ni a voluntades despóticas. El internacionalismo es la capacidad de los pueblos de practicar la solidaridad y la ayuda mutua bajo condiciones de consenso horizontal y democrático en una sociedad donde cada vez más las interacciones entre las naciones, entre las diferentes culturas se hace más evidente e inevitable.

5.  El patriotismo, en buena lid, es algo más que ser patriota, es saber localizar tu país en el mapa sin tapar con el resto de la mano la existencia de las demas patrias.  El patriotismo no puede identificarse jamás con invadir pueblos, en nombre de la libertad o de cualquier otro principio. El patriotismo no puede identificarse jamás con el fascismo, ni con cualquier otra forma del totalitarismo. Porque el patriotismo es de naturaleza democrática o no es patriotismo. Solamente tiene sentido amar a tu patria, si en todo momento deseas que tu patria sea libre, libre de agentes foráneos que la hayan usurpado, libre de déspotas nativos que igual la hayan usurpado.

6.   Democracia y patriotismo sólo te puede conducir como relación a un deseo de libertad del país que te vio nacer o del país donde vives. Democracia significa en todo momento capacidad de ser libre aquí y ahora en la medida que toda la sociedad este organizada para priorizar un grado mayor de libertades para cada los ciudadanos. Un mayor equilibrio entre las fuerzas del mercado y las instituciones del Estado en relación con la sociedad de manera que los ciudadanos no tengan que sucumbir a las leyes económicas del mercado, ni supeditarse a la razón de Estado. Que la sociedad sea el epicentro, a la que tanto el mercado como el Estado deban servir.

7.   No existen diferentes “modelos de democracia”, la democracia en sí misma es el modelo político archipensado y archiaplicado en la Atenas de Pericles, bajo las incomparables condiciones –en relación con la situación actual- del siglo V antes de Cristo en la llamada Grecia Clásica; y vuelto a archipensarse, reformularse y establecerse en el centro de la modernidad occidental.  Y desde hace dos siglos ha devenido patrimonio universal de la humanidad. Hablar de democracia participativa, consultiva, deliberativa, popular, protagónica, o como queramos llamarle, sin tener como referente axial el historial nuclear de las democracias realmente existentes –y por supuesto, sujeto a aplicación crítica de acuerdo a las condiciones, excepciones y especificidades de cada sociedad- es absurdo. La supuesta democracia socialista nunca existió, especialmente porque los “socialistas” en cada giro de la historia no permitieron que existiera, o no tuvieron el valor de aplicarla.

8.  La democracia no es ni capitalista, ni socialista, ni occidental, ni ni post-oocidental. Es un régimen en tanto sistema de procedimientos con el cual cada sociedad puede organizarse social, económica y políticamente con el objetivo de vivir como lo desean sus ciudadanos. Como es un sistema real con implicaciones de riesgos nada fáciles y con aspiraciones concretas, precisa de determinados presupuestos prácticos y téoricos.

9.  El patriotismo y la democracia no son patrimonio exclusivo ni de la izquierda, ni del centro ni de la derecha, ni de ningun grupo que reclame bajo el regimen del espectaculo mediatico y otro recurso la exclusividad de la patria o de la democracia. Es patrimonio histórico de todos los pueblos que han luchado, luchan y lucharán contra los imperios despóticos y contra los déspotas. Son valores que se defienden o se ofenden, son valores que se afirman en el diálogo y la inteligencia, o se pisotean con el aislamiento y la idiotez política.

10.Nadie hasta ahora ha podido desmentir esta verdad que vibra en los pueblos y en los hombres que han luchado por su libertad: ¡LA PATRIA ES DE TODOS! ¡LA DEMOCRACIA ES CON Y PARA EL BIEN DE TODOS!

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