Decálogo del Estado Autoritario
o Totalitario (es lo mismo)
1. Amarás a tu Líder como él
a sí mismo: este es el Gran Mandamiento.
2. No te harás imagen de lo
que está más allá de tu nación; ni siquiera de lo que se encuentra arriba en tu
propia nación.
3. No mencionarás en vano
las palabras del Líder, y mucho menos su Nombre.
4. Con la misma intensidad
con que ames a tu Líder, odiarás al enemigo de tu Líder, y dondequiera que le
encuentres le escupirás, le blasfemarás, le golpearás y, si es necesario, lo
matarás.
5. No permitas en tus
labios, ni en tu mente, ni en tus ojos, pero tampoco en los de tu prójimo,
alguna blasfemia, sarcasmo o recriminación alguna con respecto al Líder.
6. Acuérdate siempre de sus
atributos fundamentales: el líder es infalible; y es puro, más puro que una
orquídea resplandeciente.
7. Lo adorarás, y le
agradecerás todos los días de tu vida por ser quién eres, aun cuando no seas
nada: Él es el Todo; y esto es suficiente y lo único relevante.
8. Amarás a tu prójimo en
la misma medida en que tu prójimo ame al Líder.
9. Amarás y aceptarás a tu
nación como el mejor y único de los mundos posibles y reales.
10. La fidelidad, la
resignación y la consigna del Líder: son tu fe, tu rito y tu oración. ¡No
lo olvides!
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